La República Democrática del Congo es uno de los países más pobres del mundo, con un índice de desarrollo humano muy bajo, que está tratando de salir de la pobreza extrema, agravada por la guerra civil y la guerra de los Grandes Lagos que han paralizado el país en las últimas décadas. Incluso ahora, al final del conflicto, el país está luchando para volver a la senda hacia el desarrollo económico y social. El sector de la salud es la más afectada: la mayoría de la población sufre debido a los altos precios de los medicamentos y la falta de centros especializados dentro del alcance de las clases más pobres.
Kinshasa, la capital tiene más de seis millones de habitantes. En esta gran ciudad son muchos los problemas de la pobreza, especialmente a los niños de la calle y el SIDA.
La parroquia “Cristo Salvador” se encuentra en el distrito Selembao, en el sur-oeste de la capital Kinshasa área. Este distrito cuenta con más de 200.000 habitantes, de los cuales alrededor del 85% indigentes. A esta cifra hay que añadir más de 4.500 desplazados por la guerra de agresión que vive el país. La parroquia pertenece a la Archidiócesis de Kinshasa. Selembao ser uno de los barrios más pobres de la ciudad, no hay hospitales o centros de salud. Las personas se ven obligadas a viajar largas distancias a pie sólo para la atención primaria. Los pocos centros existentes no presentan condiciones higiénicas aceptables, o son excesivamente caros. Esto, lamentablemente, significa que muchas personas mueren en el país por falta de atención.
En esta zona, gracias a la ayuda ofrecida por los amigos y benefactores al Instituto, la COMI han hecho dispensario llamado “Siloé”, inaugurado el 17 de agosto de 2002.
Además de los cuidados ordinarios de los enfermos que ir todos los días al dispensario, en particular, el Centro es responsable de: pesaje y vacunas de los niños; consultas y la atención prenatal; cuidar de las personas que padecen tuberculosis. Últimamente se ha ampliado con un departamento para la maternidad.
En Kinshasa, en la actualidad hay dos italianos y dos congoleños Comi.
En esta realidad, la Comi están llamados a anunciar que Jesucristo es el Salvador de todo el hombre y de todos los hombres; Ellos tratan de llegar a los más pobres para salvar al hombre, la mujer y sobre todo el niño de una situación precaria que puede llegar a ser permanente, la lucha contra la superstición y la colocación de un testimonio de la posibilidad de auto-desarrollo del hombre.